La alabanza espiritual
Salmos 111: 1

Publicado por Comunidad Israelita A.R. en Sábado, 27 de junio de 2020



Lectura introductiva

SALMO 149: 1 - 6

Hay otra actividad que va aunada con la oración dentro del Culto Racional en los días Solemnes, es la “Alabanza Espiritual”, la cual es elevada al Santo de Israel en donde se reconocen sus obras y valentías (1ª Cr. 16: 29), son cánticos principalmente de agradecimiento por todo lo que recibimos de su Mano (Sal. 92: 1 – 4; Ef. 5: 19).

La Alabanza se debe realizar con temor y reverencia, llena de alegría y gozo, Adonai es nuestro Rey y nuestro Hacedor (Sal. 95: 1 – 6), Creador de todas las cosas, es digno de Suprema Alabanza, por eso debemos tributarle gloria y honra porque todo lo que tenemos proviene de Él (Sal. 96: 1 – 4).

Este Servicio se debe hacer de corazón y con temor a su Santo Nombre (1ª Cr. 16: 8 – 9), no es imitar alabanzas del mundo o ritmos que no sean Sacros y contradigan a los principios doctrinales, por tal motivo alabemos a Dios con Salmos e himnos espirituales (Col. 3: 16 – 17) Hoy el mundo alaba a sus dioses con ritmos e instrumentos que excitan los sentidos, trastornando los pensamientos, esto no es del agrado al Santo de Israel, por eso el salmista nos habla de los instrumentos (Sal. 150: 1 – 6) y la forma de alabar al Dios de Israel (Sal. 33: 1 – 3, Sal. 135: 1 – 3, Sal. 147: 1).

La alabanza que elevamos con nuestra voz es en honor al Santo de Israel, Él no acepta que su Honra sea para alguien o algo más, no hay nada mayor que Él (Sal. 115: 1), Adonai es “Digno de Suprema Alabanza”, entonando cánticos nuevos que confiesen la Gloria a su Nombre (Is. 42: 8; Is. 48: 11).

Toda Alabanza que dentro del Servicio Congregacional se ofrezca al Altísimo Dios, debe ser con inteligencia (Sal. 47: 5 – 7), no elevar canciones mundanas que no tienen nada de espiritualidad o no acordes a la Sana Doctrina, cuidemos con temor y reverencia qué o cuál es la verdadera adoración que se ofrezca en el Culto Racional (1ª Cor. 14: 15; Jn. 4: 23 - 24). La Verdadera Alabanza es dedicada a la Majestad de nuestro Dios y a la honra del Mesías Jesús, porque son dignos merecedores de nuestra lealtad y agradecimiento, son nuestro refugio y protección (2ª Sam. 22: 2 – 4) a nuestra vida, por lo tanto, sean glorificados con nuestra alabanza (Sal. 22: 23, Jn. 12: 13).

Las alabanzas espirituales son parte de nuestra vida diaria, física y espiritual, nunca acabarán ya que en el Reino Eterno se elevarán y entonarán cánticos por Aquel que Reina para siempre jamás (Ap. 5: 8 – 12), Adonai de los Ejércitos y por el Cordero Inmolado (Ap. 14: 3; Ap. 15: 2 – 4).

Responde las preguntas

Contesta las preguntas en la seccion de comentarios. Puedes ayudarte con las citas que tiene cada pregunta.

1.- ¿Cómo nos aconseja el salmista alabar a Dios? Sal. 119: 164.
2.- ¿Qué debe confesar una alabanza espiritual? Os. 14: 2; He. 13: 15.